martes, 9 de septiembre de 2008

Empeños en la tercera fase


Empeñadísimos en que aquella amalgama de pasión, empieces sin rumbo, roces, grandilocuencias amorosas, torrentes de arrumacos, discusiones sobre lo divino y lo humano y ósculos sin dirección se consolidara... ni siquiera atisbaron la enorme distancia que, desde el primer instante, separaba sus vidas. Llovía para uno mientras lucía un sol de justicia para el otro. Cantaba el pájaro y agonizaba al mismo tiempo.
Y mientras el tiempo les permitió seguir con aquella miopía tan placentera se fortaleció su historia, que seguía en paralelo pero a cientos de kilómetros de distancia. Una mañana, mientras la cafetera borboteba y dos tazas esperaban sobre el mantel de cuadros, ambos decidieron casarse por lo civil.